Me programaron la cesarea para el 21 de septiembre, en la noche del 18 al 19, volví a tener contracciones regulares y que no cesaban así que fuimos a urgencias, despues de pasar por los monitores y comprobar que efectivamente eran contracciones, me hicieron una eco y vieron que el bebé estaba en posición transversa, así que decidieron ingresarme, para hacerme la cesárea el día 19.
Por la mañana vino la matrona a colocarme los monitores de nuevo y nos dijo que ya estaba colocado ¡así sin eco, ni nada!, despues me vio una ginecóloga y sin eco, sólo con un tacto dijo lo mismo ¡yo no me lo podía creer!, en mi mente sólo estaba que era domingo y no querían trabajar mucho, me querían largar, (a todo esto las contracciones habían cesado durante la noche), me dieron la opción de quedarme hasta el lunes 20 y que otro ginecólogo estudiara mi situación, y eso fue lo que hicimos.
El lunes 20 cuando me vio otra ginecóloga, hizo una eco super completa y muy minuciosa, y ¡efectivamente se había colocado!, pero tenía poco líquido amniótico y decidió provocar el parto, ese mismo día con una sustancia que se llama propess, nos dijo que ese día y el siguiente, el 21, me iba a poner eso, y si no me ponía de parto, el día 22 me pondrían oxitocina, el lunes 20 no me puse de parto, en la mañana del martes 21 me volvieron a colocar el propess, y fué mano de santo, contracción tras contracción, sin descanso, una tras otra, muy dolorosas y muy rítmicas, en cuestión de media hora dilaté tres centímetros, y mientras me llevaban a la sala de dilatación, otros tres y medio más, yo entré pidiendo la epidural casi a gritos, me dijeron que no me la podían poner ya, pero yo insistí y me la pusieron, en lo que tardaron con la epidural yo ya había dilatado nueve centímetros y el niño estaba coronado. Me pasaron rápidamente al paritorio, y en dos empujones, sin ninguna otra ayuda, nació nuestro hijo, mi marido lo grabó todo con la cámara, fue mágico, cuando lo vimos, ¡era clavado a su hermano mayor!, lloramos de felicidad y lo abrazamos, yo le di besos en la frente, intenté colocarlo al pecho, pero no se enganchaba. Salió del paritorio conmigo y desde entonces no nos hemos separado.
Hoy tiene casi dos meses, es muy tragón, le estoy dando pecho y se sonríe cuando le hablamos, es lo mejor que tenemos, el milagro de la vida.
La feliz espera
viernes, 19 de noviembre de 2010
TERCER TRIMESTRE
Llega el verano y nos vamos al pueblo que se está más agusto, hace menos calor y la tripa empieza a pesar bastante, en principio sólo ibamos a estar una semana, pero al final nos quedamos todo el verano, las revisiones ginecológicas iban muy bien, el niño ganaba el peso suficiente, al contrario que yo, me sacaron un poco de azucar en la prueba de la glucosa, pero el endocrino me dijo que no lo consideraba diabetes gestacional, yo hice una dieta y a partir de ese momento el niño no engordaba al ritmo que antes, en cuanto al líquido yo no hacía más que beber agua, me bebía alrededor de tres litros diarios, si no más y el líquido amniótico estaba un pelín bajo, nos dió unos cuantos sustos, de vez en cuando tenía contracciones y me mandaron reposo relativo, así que dejé las caminatas, entre otras cosas..., la mayor sorpresa me la dió el ginecólogo a finales de agosto, resulta que desde julio el niño se había colocado y en la visita de agosto, nos dijo que no lo estaba, que caminara con la faja maternal a ver si así se daba la vuelta...
En septiembre, a mediados, empecé con los monitores, antes de entrar, nuestro ginecólogo privado que trabaja tambien cerca de donde me hacían monitores, nos hizo una ecografía para ver si se había vuelto a colocar, nos dijo que sí, así que salimos muy contentos, despues de la prueba de monitores, que salió bien, otro ginecólogo distinto hizo otra eco y vió que no estaba colocado ¡había pasado media hora!, no nos lo podíamos creer, desde luego ¡el sr. X no daba una!, así que el ginecólogo nos mandó a hacer las pruebas para una cesárea programada.
En septiembre, a mediados, empecé con los monitores, antes de entrar, nuestro ginecólogo privado que trabaja tambien cerca de donde me hacían monitores, nos hizo una ecografía para ver si se había vuelto a colocar, nos dijo que sí, así que salimos muy contentos, despues de la prueba de monitores, que salió bien, otro ginecólogo distinto hizo otra eco y vió que no estaba colocado ¡había pasado media hora!, no nos lo podíamos creer, desde luego ¡el sr. X no daba una!, así que el ginecólogo nos mandó a hacer las pruebas para una cesárea programada.
miércoles, 26 de mayo de 2010
PARECE QUE SE CONFIRMA QUE ES NIÑO
Día 26 de mayo de 2010, asistimos a la consulta privada del ginecólogo, ya nos hemos hecho a la idea de que es un niño, estamos contentos y tranquilos, la única duda que ronda nuestras mentes es saber que todo anda bien, el líquido amniótico, los órganos del niño etc... tenemos mucha ilusión por verlo de nuevo, entramos en la estancia, en primer lugar se divisa el despacho del médico, muy luminoso, nos hace las preguntas de rigor y nos hace pasar a la sala oscura y amplia dónde está el ecógrafo, la enfermera me pone en el vientre el gel pastoso transparente que sirve de conductor para que las ondas den la imagen de nuestro hijo en la pantalla, empieza la ecografía, primero la cabeza, el abdomen, todo parece bien, la longitud del fémur y nos indica lo que parecen ser los órganos sexuales, despues lo vemos en 4D, me hace girarme hacia él para que se le vea mejor la cara, y aparece ahí con sus manos sobre el rostro, chupándose el dedito y moviendo las manos, yo creo que ha abierto hasta la boca un poquito, la cara se le ve más finita que a su hermano, pero a este último lo vimos más tarde en 4D, por lo que todavía puede hacerse más redondita, las orejas se le ven pequeñitas, la boca según mi marido se parece a la mía, yo la verdad no le he visto parecido a nadie, porque la imagen es más bien borrosa y poco nítida, pero ahí está él, creciendo fuerte y sano, según parece, y a nosotros se nos cae la babilla.
Saludos y seguiré informando.
Saludos y seguiré informando.
lunes, 10 de mayo de 2010
LA MITAD DEL CAMINO


A partir de la semana 14 ó 15 comencé a notar lo que yo describiría como los movimientos del bebé dentro de mí, y claro... unas veces los percibía otras no y alomejor me pasaba días sin sentir nada, eso me hizo obsesionarme un poco con el tema, así que para saber que todo seguía bien decidimos ir a un ginecólogo privado, el lunes día 19 de abril acudimos a su consulta, más que nada lo que queríamos era ver que iba todo bien sin ninguna expectativa de otro tipo, cuando estaba realizando la ecografía, nos preguntó si queríamos saber su sexo. La verdad es que desde el principio sientes curiosidad por saberlo así que aceptamos que nos lo dijese, cual fue nuestra sorpresa cuando nos aseguró que ¡ES UNA NIÑA!. Nosotros ya tenemos un niño de dos añitos y eso significaba que hibamos a tener la parejita, salimos muy contentos de allí y lo primero que hicimos fue llamar a mi suegra, que la pobre está deseando que le den una nieta, para darle la feliz noticia, ella se puso como loca con la noticia dijo algo así como que era el día más feliz de su vida, así que imaginaros. Estabamos entre las semanas 17 y 18 de embarazo.
Ya faltaba menos para la semana 20 que es justamente la mitad del embarazo, para una mujer pasar por esa barrera es muy importante, porque significa que la gran mayoría de los riesgos han disminuido, ya notas a tu bebé, y estás mucho más tranquila. Yo ya empezaba a fijarme en todas las cositas que hay para las niñas, ropa, calzado fundas de silla, etc... aunque dentro de mí tenía la sospecha de que el doctor se hubiese equivocado...
Transcurrieron unas semanas y por fin llegó la ecografía, el doctor que me la realizó fue el mismo que me hizo la ecografía en la clínica privada, cual fue nuestra sorpresa cuando nos dijo que ¡ES NIÑO!. Debió ver en nuestras caras algo raro porque en seguida nos preguntó que si nos habían dicho lo contrario, le contestamos que sí y nos volvio a preguntar que quién nos lo había dicho, le contestamos que él mismo. Así que empezó a excusarse diciendo que no lo aseguraría y nosotros le replicamos que nos lo aseguró al 99%. De modo que salimos de allí algo desconcertados, y volvimos a llamar a mi suegra y a mi madre, la primera se quedó un poco hundida, y la segunda me preguntó que si le estaba gastando una broma. En ese intervalo de tiempo el médico pasó por allí y nos dijo que nos habíamos quedado algo tocados, mi marido le respondió que un poco si. La verdad es que ya nos habiamos hecho una idea, nos habíamos creido lo que nos dijo y luego sucedió que se equivocó. Los médicos no deberían dar noticias de las que no estén seguros totalmente... hacen sufrir a la gente, aunque la verdad es que tampoco en este caso era para tanto, lo importante es que nuestro bebé sea niño o niña está muy bien. Esta sano y crece a buen ritmo, ya se verá más adelante su sexo. Nosotros hasta el momento estamos muy felices nuestro hijo juega con su futuro hermanito y disfrutamos mucho viendolo.
LOS PRIMEROS MESES
La verdad es que desde el principio he llevado muy bien este embarazo, apenas nauseas y apenas mareos y cansancio... sólamente un par de semanas (la 8ª y la 9ª) me he encontrado con nauseas y mareos todo el día. ¡Eso sí ! desde el primer momento me empezó a aumentar el volumen de la tripa de forma alarmante... tanto que cuando fuimos a la primera ecografía en la semana 12 ¡me querían poner las correas!, no se si sabeis lo que son las correas, técnicamente a esta prueba se le llama monitores y se realiza en las cuatro últimas semanas de embarazo, sirve para saber si hay sufrimiento fetal debido al poco espacio. Así que cuando llegamos mi marido y yo a la sala de espera de la primera planta de consultas externas en el hospital materno infantil y desorientada pregunto que dónde tenía que esperar mi turno la enfermera sin mirar el papel que le estaba ofreciendo ¡directamente me entra para las correas!, una vez allí y viendo yo el panorama que había yo sabía que había una confusión y le pregunté de nuevo a otra enfermera le dije la semana de embarazo en la que estaba y me indicó que eso no era allí, jajaja. De modo que me dirijí adonde me indicó y al poco tiempo ya estabamos viendo a nuestro pequeñín por primera vez... no se si sabeis la sensación que tuvimos... es alucinante ver como con tan poco tiempo ya están tan formados, se les ve hasta los dedos de las manos, ahora hacen unas ecografías muy precisas, allí estaba tumbadito/a con su forma humana, y nosotros mirándolo embelesados mientras le tomaban las medidas. Resultó todo muy bien, nos dijeron que estaba estupendo así que nos fuimos super felices.
EL COMIENZO DE ALGO NUEVO
Desde septiembre de 2009 mi marido y yo estabamos pensando en ser padres de nuevo, aunque la situación laboral no era la mejor teníamos ilusión por un segundo hijo, yo en ese momento estaba trabajando en una Administración Pública de interina y sabía que mi cese iba a ser más o menos cercano aunque aún no conocía la fecha, por otra parte, estaba muy centrada en estudiar ya que el examen de las oposiciones estaba a un par de meses vista y le hice saber a mi marido que no era el mejor momento, que esperásemos a que yo hiciese mi examen y de esta forma me podía concentrar más en estudiar.
Así que eso hicimos, el examen fue el día 13 de diciembre de 2009 y a partir de entonces nos pusimos en la tarea de buscar un hermanito/a para nuestro hijo. Así transcurrió la navidad y el año nuevo y el día 23 de enero hicimos el test de embarazo, casi coincidiendo con la "supersorpresa" de estar entre las 742 afortunadas personas que superaron la fase de oposición. Y DIÓ POSITIVO. A nosotros ese positivo no nos vino de nuevas porque con nuestro primer hijo sucedió algo parecido. ¡Fue buscar y dar en la diana!. De forma inmediata comunicamos lo que para nosotros era la feliz noticia a nuestros padres y hermanos. Decidimos contarles la noticia más tarde a los amigos como hicimos tambien en nuestro primer embarazo.
Así que eso hicimos, el examen fue el día 13 de diciembre de 2009 y a partir de entonces nos pusimos en la tarea de buscar un hermanito/a para nuestro hijo. Así transcurrió la navidad y el año nuevo y el día 23 de enero hicimos el test de embarazo, casi coincidiendo con la "supersorpresa" de estar entre las 742 afortunadas personas que superaron la fase de oposición. Y DIÓ POSITIVO. A nosotros ese positivo no nos vino de nuevas porque con nuestro primer hijo sucedió algo parecido. ¡Fue buscar y dar en la diana!. De forma inmediata comunicamos lo que para nosotros era la feliz noticia a nuestros padres y hermanos. Decidimos contarles la noticia más tarde a los amigos como hicimos tambien en nuestro primer embarazo.
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